Jueves 4 de diciembre de 2008

GESTAMP

Obreras metalmecánicas en pie de lucha

En la provincia de Córdoba, 226 trabajadores y trabajadoras contratados de la autopartista Gestamp, fueron despedidos. Pan y Rosas estuvo en los cortes de ruta que hicieron para enfrentar este ataque, conversando con Vero y Andrea, dos obreras en lucha, que nos dijeron lo siguiente:

  • Córdoba: trabajadoras de Gestamp en pie de lucha

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Andrea: Nosotras, en la nave norte, hacemos el trabajo de soldadura, que es pesado y sucio; tenemos que levantar piezas muy pesadas y aguantar.

Vero: Cuando entramos nos dijeron que era un trabajo "light", pero luego vimos que no era así. El peligro de tener accidentes es constante porque las piezas son demasiado grandes para nuestra contextura física y fuerzas. Yo hace dos meses me saqué el hombro moviendo estas piezas. La relación con nuestros compañeros hombres, mientras estábamos adentro, era buena?

A: siempre nos ayudaban?

V: Sí, pero también nos advirtieron que no pidiéramos tanta ayuda, porque a los encargados no les gustaba.

A: Las mujeres empezaron a incorporarse a la fábrica recién este año. Imagináte una planta con mil operarios hombres: al principio los mismos trabajadores decían "para qué van a entrar si no van a poder aguantar este trabajo". Y cuando empezamos nos decían "la verdad que nos sacamos el sombrero por ustedes, porque no lo creíamos pero vemos cómo se la re bancan."

V: Con todo el desbarajuste mundial, la empresa se adelantó. Primero suspendieron unos 250 empleados y después nos adelantaron las vacaciones. Nosotros teníamos que reincorporarnos el 24, pero cuando vinimos nos vimos con que seguíamos suspendidos y sin cobrar un peso. La consultora se lava las manos porque, supuestamente, la baja la mandan desde Gestamp y dicen que ellos no pueden hacer nada, ni siquiera nos quieren arreglar. Pero tampoco es el hecho que nos arreglen, sino que nos reintegren a nuestro trabajo, que es en lo que hacemos hincapié.

A: Una semana atrás, la empresa quiso echar a 80 empleados, hubo paro, se tomó la fábrica por tres horas y tuvo que venir el sindicato y así evitamos que los echen. Ya veníamos organizados porque ya pensábamos "nos van a cagar y no nos van a dar nada". Al principio éramos pocos, pero fuimos hablando con el resto para que no firmaran nada a las consultoras y viniéramos para acá a pelearla, y así se fueron sumando más compañeros y logramos una audiencia en la Secretaría de Trabajo y que el sindicato se haga presente, porque se venía lavando las manos. Vamos a seguir funcionando en asamblea para decidir cómo seguir, hasta que venga el sindicato y dé una solución concreta.

Nosotras vemos que el resto de nuestros compañeros tienen mucho miedo a perder su puesto de trabajo. Pero estamos acá cuando salen, les repartimos volantes, tratamos de explicarles que si no luchamos juntos no vamos a conseguir nada, porque hoy estamos nosotros luchando en la calle, pero mañana van a ser ellos.

V: Lo primero que hizo la empresa es dividir a la gente, entre efectivos y contratados y principalmente entre naves; en la nave sur, donde están la mayoría de las mujeres, no se tocó a nadie. De esa forma nos disiparon, para que no hagamos fuerza para defender nuestros derechos. Hoy el panorama es diferente porque los chicos que creyeron que iban a volver, hoy ven que era una mentira, y somos muchos, ayer éramos ocho y hoy somos como cincuenta.

A: Nos da bronca que no se quiera hacer cargo el sindicato, porque nos dicen que somos trabajadores eventuales y que por eso tenemos menos derecho, aunque todos los meses nos descuentan la cuota sindical. -¡Nosotras somos trabajadoras del SMATA!

V: O sea que nosotros trabajamos y después nos dicen "Chau chicos, muchas gracias", y nadie nos defiende? nos gustaría tener personas que nos representen y nos defiendan ante todas estas eventualidades.




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