MUJER TRABAJADORA: INSALUBRIDAD Y VIOLENCIA LABORAL
’Nosotras también tenemos que organizarnos y hacer política’
El aumento de los ritmos, mayor productividad; los contratos basura, los bajos salarios, las largas jornadas es una constante. Es la cruda cara del mapa que en Medicina Laboral llaman ’perfil de daños’, ocultando su origen: sobreesfuerzo físico y psíquico, daños reproductivos, enfermedades traumatológicas, alimenticias, respiratorias.
El aumento de los ritmos, mayor productividad; los contratos basura, los bajos salarios, las largas jornadas es una constante. Es la cruda cara del mapa que en Medicina Laboral llaman "perfil de daños", ocultando su origen: sobreesfuerzo físico y psíquico, daños reproductivos, enfermedades traumatológicas, alimenticias, respiratorias. Les dicen "enfermedades silenciosas" porque son lentas e invisibles, pero son una cara de la violencia laboral, que afecta más a las mujeres, el 56% entre los/as precarizados/as. Las trabajadoras del Casino denunciaron esas condiciones y salieron a pelear por reducción de la jornada y mejoras en salubridad, recibiendo el ataque de la patronal, la burocracia y el gobierno. Las trabajadoras de Fresenius, que tras el incendio de la planta luchan por la reapertura y reincorporación, denuncian que para la empresa son material descartable. A costa de nuestra salud, en todos lados, los capitalistas ganan millones. Entrevistamos a Mónica (MO) y Marisol (MS) de la Comisión Interna de Fresenius y a Macarena (MA), trabajadora del Casino Puerto Madero.
– ¿Cómo surge la denuncia sobre las condiciones de trabajo?
MO: Fresenius empezó a controlar la producción y todas se mataban por miedo a perder el trabajo. Tenés un minuto por hora de descanso, los ritmos generan cada vez más enfermedades y con la evaluación íbamos a terminar destruidas.
MS: Además si te dan licencia, -¿quién hace las tareas de la casa? Te dan antinflamatorios y el estómago se destruye; volvés y las condiciones son iguales; la ART no se hace cargo y afecta al bolsillo. Por eso llamamos a una Campaña por los Derechos de las Trabajadoras. Estábamos en eso cuando fue el incendio. -¡Hay chicas de 26 años con la columna desviada, destruidas las manos, inflamaciones, tendinitis, no pueden ni retorcer un trapo y no las van a tomar en otro lado!
MA: Al traumatólogo del Casino iban 100 trabajadores al día, pero decían que lo de mis cervicales era un problema mío. Ahí una de cada seis trabajadoras embarazadas perdió su bebé y 1 de cada 4 tuvo parto prematuro. Y cuando salimos por la reducción, viene la patota, nos golpean y despiden acusándonos de violentos. Es que, si avanzás buscan romper la organización y quebrarte.
– ¿Cuál es el rol de las mujeres en estas luchas?
MA: Fuimos impulsadas por la situación, porque no importa si hay días del mes que estás mal, si estás embarazada y trabajás llena de humo, con la mesa que te golpea la panza. Además hay una presidenta mujer que habla de los derechos humanos, de las mujeres, pero nos da vuelta la cara. Es un gran contrasentido: por más que sea mujer, se lava las manos igual.
MS:. Las chicas me explicaban que nosotras también teníamos que organizarnos y hacer política, pero yo nada? hasta que quisieron tocarme y salieron al paro y dije "es el momento". Yo sabía que iba a haber un momento. Como dice Celia de Brukman: "es el momento y ahora que empecé no pienso parar". Las trabajadoras tenemos que ocupar nuevos puestos, organizarnos, salir a pelear, porque nosotras también tenemos derechos. Eso es algo que yo quiero decir a todas las trabajadoras.
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