UN PAREDÓN DE HIPOCRESÍA
No queremos muros, ni policía
Por María Rosa Solinas
Las trabajadoras, amas de casa y estudiantes que integramos la agrupación NOSOTRAS en Pan y Rosas repudiamos enérgicamente el muro racista que el intendente Posse, ex radical K y actual cobista, mandó construir para dividir el exclusivo barrio La Horqueta de San Isidro, de la barriada obrera y popular de Villa Jardín del distrito de San Fernando.
Pero también denunciamos la enorme hipocresía del gobierno que salió a hacer declaraciones contra el muro, mientras el mismo día "en un acto en Hurlingham- anunciaba un plan de "prevención de la seguridad" de más de 400 millones de pesos invertidos en sacar más policías a la calle. Hipócritamente, Massa, Scioli y el ministro de Seguridad, Stornelli, se rasgan las vestiduras hablando de "inclusión" y "discriminación", manifestándose en contra del muro, mientras se aprestan a profundizar la campaña derechista que exige "mano dura" y el reforzamiento de las fuerzas de seguridad que tanto reclaman los ricos y famosos, la derecha y los empresarios. Esta decisión no sólo apuntala la campaña de criminalización de la pobreza, sino que es claramente una política efectiva para continuar militarizando las calles y los barrios más humildes, llenándolos de cámaras de seguridad, patrulleros y miles de efectivos.
Pero son ellos, los policías y gendarmes que continúan impunes a pesar de haber participado del genocidio de la dictadura, los responsables de la verdadera inseguridad que vivimos: desde el gatillo fácil que asesina a nuestros hijos, las razzias y la corrupción, hasta su complicidad y participación en las redes de trata, en el trafico de drogas y armas, en secuestros y en delitos como el del cabo Ledesma, violador de mujeres de Campo de Mayo. Ésta es la policía que custodia la propiedad y los intereses de los empresarios, impidiendo el ingreso a las fábricas a los trabajadores de FATE y de Pabsa, de la zona norte del Gran Buenos Aires, que pelean por sus puestos de trabajo.
Éste es el verdadero plan de prevención de "su" seguridad para el que se preparan, reforzando desde ahora el aparato represivo para la seguridad de "sus" ganancias extraordinarias obtenidas, durante estos últimos años de recuperación económica, a costa de nuestra superexplotación. Porque para la derecha y el gobierno, se trata de preparar a las fuerzas de seguridad para usarlas cuando sea necesario reprimir a quienes salgan a luchar contra los despidos, los cierres de empresas y las rebajas salariales con las que querrán descargar, sobre nuestras espaldas, la crisis económica que ellos mismos provocaron.
Las mujeres de Pan y Rosas decimos que la falta de trabajo, el hambre, las terribles condiciones de vida que padece el pueblo pobre, la marginalidad, son todos flagelos que se originan en la sed de ganancias de la clase capitalista y sus políticos: ellos son quienes generaron esta crisis con la brutal descomposición social que trae aparejada. Pero esto no se combate con más policía en las calles: tenemos que terminar con el sistema de explotación, opresión, hambre y miseria en que vivimos. Por eso planteamos que no haya más despidos ni suspensiones, que se repartan las horas de trabajo entre todas y todos los trabajadores sin rebaja salarial y que, además, se ponga en pie un verdadero plan de obras públicas para la construcción de escuelas, hospitales y viviendas, que genere trabajo para miles de desocupadas y desocupados, bajo su control. -¡Que no se pague más la deuda externa y esos fondos se destinen para este plan, junto con los que provengan de cobrarles impuestos a las grandes fortunas de los empresarios y patrones que hoy nos quieren hacer pagar la crisis! Avanzando con medidas así, podremos empezar a liquidar tanta degradación y miseria que hoy sufre el pueblo trabajador.
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