PAN Y ROSAS EN SANTA ROSA, LA PAMPA
Mi cuerpo es mío
El jueves 29 noviembre la cámara de diputados de La Pampa aprobó la reglamentación del aborto no punible. Mientras sesionaban, grupos de la Iglesia salieron a repudiar esta resolución.
Pan y Rosas sigue impulsando la "Comisión de Lucha por Aborto Legal" y el Petitorio por el Derecho al Aborto Libre, Legal, Seguro y Gratuito en la provincia de La Pampa, sumándonos al Plan de Lucha votado en la Asamblea que se realizó en el último Encuentro Nacional de Mujeres.
El jueves 29 noviembre la cámara de diputados de La Pampa aprobó la reglamentación del aborto no punible. Mientras sesionaban, grupos de la Iglesia salieron a repudiar esta resolución.
Pan y Rosas sigue impulsando la "Comisión de Lucha por Aborto Legal" y el Petitorio por el Derecho al Aborto Libre, Legal, Seguro y Gratuito en la provincia de La Pampa, sumándonos al Plan de Lucha votado en la Asamblea que se realizó en el último Encuentro Nacional de Mujeres.
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A continuación, reproducimos la Carta enviada por nuestra compañera Claudia Lupardo, miembro de Pan y Rosas, que fue publicada en "El Diario" y "La Arena", de la provincia de La Pampa.
MI CUERPO ES MÍO
El artículo 86 del código penal establece que "El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible: 1) si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios; 2) si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto." El proyecto que aprobó la legislatura pampeana sobe la base del art. 86 del código penal establece que "los servicios de salud del Estado deben garantizar un diagnóstico y las intervenciones médicas necesarias para la interrupción del embarazo sin riesgos".
El aborto no punible, en algunos lugares del país, como la provincia de Buenos Aires o Rosario, ya se ha reglamentado, y la reglamentación agrega más cuestiones que incluyen hasta la necesidad de la denuncia policial de la violación. Pero además, permite lo que se llama "objeción de conciencia", es decir, que los médicos no están obligados a realizar esta intervención quirúrgica. Así que, por más reglamentado que esté, se sigue permitiendo que la Iglesia y otros grupos afines presionen a los médicos, los amenacen y que, entonces, éstos se nieguen a hacer los abortos permitidos por la ley.
Las agrupaciones que defendemos los derechos de las mujeres trabajadoras que no tienen recursos económicos para ir a una clínica privada y realizarse un aborto sostenemos que la mujer debe poder decidir sobre su cuerpo y ni el Estado ni la Iglesia deben impedirlo. Sostenemos que debe existir una ley que despenalice y legalice el aborto en Argentina. Ningún gobierno (menos el de K que tiene mayoría en las cámaras) quiere avanzar sobre la separación de la Iglesia del Estado. -¿Sabían que, según la ley, los Arzobispos y Obispos del Culto Católico Apostólico Romano gozan de una asignación mensual equivalente a la remuneración fijada para el cargo de Juez Nacional de Primera Instancia, algo así como 7.000 pesos? Cuando los curas andaban bendiciendo a los militares, este decreto salía firmado por Videla y Martínez de Hoz. También cobran salarios especiales los párrocos de frontera, muchos sacerdotes comunes y los directores de los conventos, se subsidia a los seminarios, a la educación religiosa y se les pagan los pasajes a los curas que viajan al Vaticano. -¿Por qué la clase trabajadora y el pueblo tienen que mantener, con sus impuestos, a la Iglesia Católica? -¿Por qué, además de mantenerlos, las mujeres trabajadoras no podemos decidir sobre nuestros cuerpos?
El cardenal Bergoglio fustigó duramente a quienes defendemos el derecho al aborto diciendo que somos "los orgullosos que se creen dueños de la vida y que pueden decir quién vive y quién no". Esta sí que es una hipocresía sin límites mientras Von Wernich y muchos otros estuvieron actuando directamente en centros clandestinos de detención torturando a mujeres embarazadas o robando bebés en la dictadura. Ellos son los que realmente decidieron quién vivía y quién no.
El gobierno nacional tiene un doble discurso siniestro: el actual ministro de Salud dice que no quiere que se siga penalizando a las mujeres que hacen abortos. El aclara que está en contra del aborto y que promueve la anticoncepción y la educación sexual para evitar los embarazos no deseados. Esto es siniestro porque siendo ministro no puede ignorar que, en primer lugar, los anticonceptivos no son eficaces 100%. Además, no puede ignorar que 55.000 mujeres por año son internadas con abortos incompletos en los hospitales públicos, que los programas de derechos reproductivos no se cumplen por falta de insumos, que en muchos lugares no se suministra la pastilla "del día después", que no se autoriza a las mujeres a realizarse una ligadura de trompas, que en algunos lugares, como en San Juan, se llegó al escándalo de que el gobernador prohibiera los DIU, que en nuestro país se calcula que se producen más de 8.000 violaciones al año. Eso quiere decir que hay veces en que las mujeres no tienen otra opción, que la educación sexual o su información sobre anticonceptivos no son suficientes para evitar un embarazo forzoso. Así que no se puede contraponer una cosa a la otra.
Desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas planteamos que hay que luchar por la educación sexual; porque se garanticen los anticonceptivos gratuitamente en los hospitales públicos y los centros de salud a toda mujer ante su sola y libre decisión. Y también, al mismo tiempo, luchar por el derecho de las mujeres a interrumpir voluntariamente su embarazo, sin por ello poner en riesgo su salud y su vida. Decimos que queremos el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, porque no queremos ni una muerta más por aborto clandestino. Pero esto sólo podrá conseguirse enfrentando claramente a la Iglesia, la derecha y el gobierno, con la movilización, la organización y la lucha en las calles. Por eso les decimos a los que se oponen al aborto "Asesinos, asesinos, asesinos son ustedes?por aborto clandestino mueren miles de mujeres". Anticonceptivos para no abortar, pero también, aborto legal para no morir
Claudia E. Lupardo
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