Jueves 1ro de abril de 2010

MENDOZA

Las Fuerzas de "Seguridad" anidan violadores

Leer los diarios en Mendoza es escalofriante, en un mismo día nos encontramos con tres noticias de violaciones y abusos contra mujeres y niños. Pero en dos de esas noticias observamos que los violadores son integrantes de fuerzas de seguridad.

Leer los diarios en Mendoza es escalofriante, en un mismo día nos encontramos con tres noticias de violaciones y abusos contra mujeres y niños. Pero en dos de esas noticias observamos que los violadores son integrantes de fuerzas de seguridad.

Desde el PTS, durante la última campaña electoral, denunciamos a la policía del gatillo fácil, a la gendarmería que asesina trabajadores y planteamos que el problema de la inseguridad no se soluciona con más policía, ni gendarmes, ni fuerzas de seguridad privada en las calles; los hechos de hoy lo confirman. Una adolescente de 15 años fue violada por dos policías que estaban de servicio, la llevaron a un descampado en el móvil policial, la ultrajaron y luego la dejaron abandonada. El mismo día, un guardia de seguridad de un supermercado acusa a una mujer por robo y, la lleva a una oficina del supermercado, en donde abusa de ella. Según el diario, este hombre, ya tenía antecedentes de este tipo, sin embargo seguía trabajando como guardia de “seguridad”.

Lamentablemente, estos no son casos aislados, en Argentina cada año más de ocho mil mujeres son víctimas de violación y abuso sexual, 1 de cada 4 niñas y adolescentes se "inician" sexualmente de esta violenta y cruel manera y, en un gran porcentaje de estos casos, están involucrados miembros de las fuerzas de seguridad. Como si fuese una burla las causas quedaran en manos de la policía y la justicia. La misma justicia, que en esta provincia, condena a las niñas violadas prohibiéndoles los abortos terapéuticos y que aplaza los juicios contra los genocidas. La misma maldita policía que viola niñas y está involucrada en las redes de trata y prostitución. Por su parte, el gobernador, Celso Jaque, viene proponiendo contra la violencia sexual, medidas tan reaccionarias como ineficientes, como la castración química, negando las causas sociales de las violaciones, que son producto de un acto de sometimiento y no de sexualidad.

Las mujeres mendocinas tenemos que organizarnos para terminar con la violencia hacia nosotras, tenemos que conquistar en las calles nuestros derechos y exigir el castigo, con cárcel efectiva y común, para éstos y todos los violadores.