La izquierda y el derecho al aborto
En Argentina, desde 1986, se realizan los Encuentros Nacionales de Mujeres. Para 1989, en Rosario, se había triplicado la asistencia del primer encuentro.
En Argentina, desde 1986, se realizan los Encuentros Nacionales de Mujeres. Para 1989, en Rosario, se había triplicado la asistencia del primer encuentro. Desde entonces, el PCR que se adjudica tener "mucho que ver con el éxito de esos encuentros y con su carácter masivo y popular" (Resoluciones del VII-º Congreso del PCR) decidió hegemonizar las comisiones organizadoras, manejando los Encuentros a su antojo.
Fue así como llegamos al 2001, cuando en el Encuentro de La Plata, en acuerdo con Ruckauf "en ese entonces, gobernador de la Pcia. de Bs. As.- retiraron el aborto del temario de los talleres, algo que finalmente se terminó debatiendo por decisión de miles de mujeres. Para no confrontar con la Iglesia, el PCR "que ahora, en la disputa del gobierno por las retenciones, está en el mismo "campo" que las entidades patronales agrarias-, nunca quiso participar de los "escraches" que miles de mujeres hacen a la Catedral de cada ciudad donde se realiza el Encuentro. Bajo el pretexto de que la clave es unir fuerzas para confrontar con el gobierno, no sólo terminan en mesas con la Sociedad Rural y partidos patronales opositores? sino también con la Iglesia, como lo hicieron en Santa Cruz el año pasado, cuando "en medio de la huelga docente- firmaron un acta común en la que exigían al gobierno provincial que garantizara "la paz social", o en Misiones donde abandonaron su tradicional "vote en blanco" por el llamado a votar al obispo Pigna. De los derechos de las mujeres, bien gracias. Porque la "horizontalidad", el "diálogo" y el "consenso" por el que bregan las maoístas cada vez que alguna mujer de izquierda critica al gobierno, los partidos patronales y la burocracia sindical, se acaba rápidamente si encuentran un patrón, un estanciero, un militar o un "curita bueno" del cual ir detrás.
En el otro extremo, las mujeres del PTS que, a partir del 2003 impulsamos la agrupación Pan y Rosas con centenares de compañeras independientes, luchamos consecuentemente por el derecho al aborto libre y gratuito. Así lo hicimos no sólo en las campañas electorales "cuando otros partidos prefieren no tocar un tema que consideran "espinoso"-, sino también impulsando las más amplias iniciativas democráticas en unidad con múltiples sectores y agrupaciones. Siempre lo hicimos desde una perspectiva independiente del Estado, del gobierno y los partidos patronales y denunciando con claridad el papel reaccionario de la Iglesia contra nuestros derechos. Señalando, también, que para conseguir el derecho al aborto es necesaria una gran lucha en las calles, y no depositando expectativas en el lobby parlamentario o con funcionarios del gobierno de turno.
Siempre que nos fue posible, planteamos esta pelea en unidad con el PO, aunque hay que decir que, lamentablemente, en aras de no romper sus alianzas sindicales y en el movimiento estudiantil con el PCR, las compañeras del PO han sido inconsecuentes en la lucha por el derecho al aborto. Aunque en otras oportunidades, convocando junto con el PTS y Pan y Rosas, a la conformación de una coordinadora para luchar por el derecho al aborto que organizó, junto con otras agrupaciones, la marcha contra la violencia hacia las mujeres del año pasado, la jornada del 8 de marzo de este año, y otras iniciativas.
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