Luego del viaje al ENM, trabajadoras y familiares metalmecánicas de la zona norte que vienen llevando adelante una experiencia en común, se reunieron este domingo para compartir un asado junto a otras mujeres, con sus compañeros, sus hijos y amigas, en el que transmitieron con mucho entusiasmo cómo fue y qué significó para ellas haber participado del Encuentro junto a otras trabajadoras de distintas provincias y países, estudiantes, docentes, amas de casa....mujeres que se ponen de pie y toman en sus manos la pelea por todos sus derechos y los de sus compañeros.

Muy orgullosas de haber hecho este viaje, contaban su paso por los talleres, cuales eran los debates, lo necesario de que en los Encuentros se vote para impulsar en común un gran plan de lucha por los derechos de todas las mujeres y en especial de las trabajadoras. Entre anécdotas de como lograron echar a la iglesia de uno de los talleres y como se movilizaron en la marcha de cierre participando del escrache a la Catedral, madres, hermanas, esposas, trabajadoras de todas las edades compartían entre reflexiones y risas las ganas de seguir adelante, organizadas, para dar esta pelea y extender su experiencia para lograr que también otras mujeres sean parte.

Como ellas decían, “viajamos al ENM por nosotras pero también para representar a todas nuestras compañeras que día a día son discriminadas, explotadas, sometidas a la violencia cotidiana de patrones y burócratas sindicales, pero también para apoyar a nuestros compañeros porque creemos que es necesario que la lucha por los derechos de las mujeres y en especial de las mujeres trabajadoras sea en común con todos los trabajadores/as”.

Como parte de este entusiasmo y las ganas de seguir impulsando iniciativas para que otras mujeres se sumen y organicen, realizarán una gran fiesta de disfraces el sábado 3 de noviembre en la que van a participar trabajadores/as de la zona, jóvenes, estudiantes de la UNLU, la UNGS, docentes y en la que una murga compuesta por más de 100 integrantes en la que bailan los hijos de una de las trabajadoras va a hacer una presentación.

Estos son los primeros pero firmes pasos para que en la zona norte las mujeres pongamos en pie un gran movimiento independiente, en el que organizadas podamos llevar adelante una pelea común por nuestros derechos y los de toda la clase obrera y el pueblo pobre, para que nuestra enorme fuerza contagie de entusiasmo a cientos de compañeras para llevar adelante este necesario desafío.