CÓRDOBA: QUE NO QUEDE IMPUNE EL VIOLADOR DE ELIZABET DÍAZ
Finaliza el juicio a Benavidez, patrón y abusador
Por Leticia Celli, abogada querellante, miembro del Ce.Pro.D.H.
Recientemente los medios dieron a conocer la historia de Eli, una joven trabajadora de Traslasierras, que fue abusada por su patrón Arturo Benavidez desde que era una niña de 9 años. Tras ser acusada de homicidio agravado por el vínculo y permanecer un año presa en una cárcel de máxima seguridad, Eli valientemente se atrevió a contar el horror al que había sido sometida. Producto de esa valentía y de la gran movilización popular en su apoyo, Eli logró su libertad y Benavidez fue preso.
El 27/10 comenzó el juicio contra Arturo Benavidez. Inusualmente, con un patrón en el banquillo de los acusados (hombre poderoso, sospechado de haber colaborado con la dictadura) y con una joven y humilde trabajadora como querellante.
El juicio comenzó con innumerables irregularidades: infundadamente, se trasladó a la ciudad de Córdoba, para evitar que se realice en la jurisdicción originaria, donde Eli fue absuelta y todo el pueblo se movilizó en su apoyo; los pedidos de las abogadas querellantes, miembros del Ce.Pro.D.H, para resguardar sus derechos fueron rechazados, igual que la solicitud de veedores de DD.HH., el pedido para que se filme el juicio y la prueba testimonial de especialistas de género y abuso sexual infantil. Hasta se rechazó la presencia del Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) de Córdoba en las audiencias.
La prueba presentada en el juicio fue contundente, en primer lugar por el valiente y desgarrador testimonio de Eli, y por los más de 20 testigos (vecinos del lugar, maestros, ex empleados de Benavidez), además de las pericias, que corroboraron la absoluta veracidad de sus dichos, desvirtuando de plano el intento de Benavidez de dar una cínica versión en la que las relaciones "habrían sido consentidas". Versión que con repugnancia escuchamos reiteradas veces en boca de su abogado, Carlos Hairaberian, quien cuenta con el prontuario de ser el abogado de Menem en la causa de Río III y de interventores en la dictadura. Este abogado llegó a declarar públicamente que considera una "infamia" la presión social y las más de 3.000 firmas -entre ellas de numerosas personalidades- por la condena a Benavidez. Nosotras creemos que justamente ese apoyo de la comunidad, fue clave para que Benavidez no se sumara a la larga lista de abusadores impunes gracias a la complicidad judicial.
Al finalizar las audiencias, el fiscal pidió 8 años de prisión para el acusado, cuestión que Eli resumió muy bien: "8 años de condena, contra 10 años de padecimientos y tortura, no me parece justo".
Desde la parte querellante planteamos que las pruebas son contundentes y que debe tenerse especialmente en cuenta la relación de asimetría total entre víctima y victimario, donde este último se aprovechó y abusó de una manera brutal de la situación de pobreza extrema de una familia. La relación de dependencia total, al trabajar Eli en la casa de Benavidez (que le permitió someterla a abusos y violencia de todo tipo), y el daño psicológico causado por tantos años de padecimientos, agravan la situación. Por eso exigimos de parte del tribunal una respuesta contundente, por las miles de Eli.
Los reclamos de las mujeres nunca fueron un regalo de ningún gobernante de turno, ni de esta "justicia" para poderosos. Sólo con la lucha y la organización de las mujeres, de manera independiente del gobierno, del Estado y su Justicia podremos arrancarlos.
Desde Pan y Rosas y el CeProDH seguiremos acompañando esta lucha hasta terminar con la impunidad de Benavidez y arrancar la absolución definitiva de Eli.
Entrevista a Eli Díaz
"Es poco ocho años de condena, al lado de diez años de padecimiento"
-¿Cómo fueron esos años?
No se puede explicar con palabras diez años de sometimiento, si dijera "dolor" creo que queda chica la palabra, siento que no lo digo todo.
-¿Que te provocó durante el juicio tenerlo enfrente?
Yo ya siento bronca por él, nada más. El miedo que le tuve durante tantos años, hoy se ha transformado en coraje, y por eso fui a este juicio. Llega un momento en que el dolor que hay adentro se transforma en bronca y una puede enfrentar al otro?
-¿Qué te parece que él esté preso y pueda llegar a estar condenado?
Creo que sería un gran paso, que a partir de ahora podemos ser mayoría las que pedimos que realmente cuando pasa una cosa como esta, se juzgue a quien se tiene que juzgar. Y que el dolor no tiene nombre, pero sí tiene responsable.
-¿Sentís que estás ayudando a algunas mujeres?
Les diría a las mujeres que son abusadas, sé que muchas no lo pueden decir, que las cosas están guardadas dentro de ellas o detrás de algún hombre? y más allá del miedo nunca es tarde para cambiarlo cuando una pasa algo así?y que la vida cambia y creo que la mía ya ha cambiado mucho.
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