COMISIÓN DE MUJERES DE DONNELLEY
Expropiación sería el logro máximo
Ya se dio el primer paso que nuestros compañeros hayan puesto la fábrica a trabajar. Hoy el obrero tiene que decir ¡basta! Hasta acá me despiden, hasta acá tres meses de precarización.
Ya se dio el primer paso que nuestros compañeros hayan puesto la fábrica a trabajar. Hoy el obrero tiene que decir ¡basta! Hasta acá me despiden, hasta acá tres meses de precarización. El obrero tiene que decir éste es mi puesto de trabajo, esta va a ser mi vida, hasta que me muera seguiré trabajando en la fábrica. Es un conflicto político, los empresarios quieren terminar con el pensamiento de izquierda que lleva adelante el obrero gráfico.
Sabemos que la lucha no es en nuestra casa, si nos quedamos llorando no ganamos nada. Integrar la comisión de mujeres cambio mi vida por completo. Militamos el fondo de lucha en las demás fábricas, entre los vecinos, juntamos alimentos en la puerta del supermercado.
A la par de nuestros compañeros la lucha esta acá en Donnelley.
Nosotras primero nos juntamos por los problemas de nuestros maridos y terminamos dándonos cuenta de que las que teníamos problemas muy grandes éramos nosotras. El problema social de que a la mujer la educan para que sea comprensiva, flexible, la que siempre da todo, cumpliendo varias tareas simultaneas. Teniendo conciencia de lo que es el machismo llevamos la vida de otra manera. Me da orgullo ver cómo estamos organizadas, fuerzas para seguir sumando colaboración y ayudando.
Estoy luchando por mi puesto de trabajo mi compañero para que pueda ir a la fábrica donde no sea explotado, no tenga la mirada de un patrón sino que pueda venir a trabajar con la moral con la que todos los trabajadores tendrían que ir a trabajar.
La solidaridad obtenida de la mano de los trabajadores, junto con la unidad entre las familias, entre las mujeres, conforman un gran puño para seguir adelante.
Entrevistó: Nerissa Libandro Maldonado
Temas relacionados