CÓRDOBA: REPUDIABLE DECISIÓN DEL TRIBUNAL A FAVOR DE ARTURO BENAVÍDEZ
Dejaron en libertad al empresario que violó a Eli Díaz
El pasado 29 de marzo, la justicia cordobesa otorgó la libertad condicional al empresario A. Benavídez, condenado en noviembre de 2008 a 8 años de prisión por haber abusado sexualmente, durante años, de Elizabeth Díaz, trabajadora doméstica.
El pasado 29 de marzo, la justicia cordobesa otorgó la libertad condicional al empresario A. Benavídez, condenado en noviembre de 2008 a 8 años de prisión por haber abusado sexualmente, durante años, de Elizabeth Díaz, trabajadora doméstica.
Ante esta situación resuenan las palabras de la propia Eli en los medios, cuando fue condenado: “Ocho años de condena contra diez de abuso, no me parece justicia…”
Ahora, la pronta concesión de este beneficio para el empresario violador generó mucha bronca, pero no sorprendió, ya que todos los días vemos cómo la Justicia puebla las cárceles con los hijos del pueblo pobre y persigue a los que luchan, mientras privilegia a los genocidas con el beneficio de la prisión domiciliaria. ¡No hay un solo empresario ni funcionario político preso por la masacre de Once! La justicia no tiene los ojos vendados... sabe distinguir muy bien a las clases dominantes y el poder patriarcal, y los trata con deferencia.
Sin embargo, contrariamente a lo que había sucedido con Romina Tejerina –condenada a 14 años de prisión, mientras el violador sigue impune-, en el caso de Eli Díaz logramos que Benavídez fuera condenado y ella absuelta definitivamente, sentando un precedente jurídico importante para la lucha contra la criminalización y la violencia hacia las mujeres.
Esto fue posible, no por la imparcialidad de la justicia, sino por la lucha que encabezó Eli, acompañada por sus propios vecinos y vecinas que la apoyaron en su lucha contra el patrón abusador.
Casos como el de Elizabet son la muestra incontrastable de las aberrantes contradicciones que existen entre un discurso oficial “progre” contra la violencia hacia las mujeres y la verdadera realidad que viven miles de jóvenes pobres, sin derecho efectivo a la educación, obligadas a trabajar desde niñas y cuidar a sus hermanitos; destinadas a ser tratadas como objetos de su propiedad por patrones y estancieros a los que tienen que servir, obedecer y limpiar su mugre; condenadas al oscurantismo que imponen los obispos de la mano de los gobernadores y de la propia presidenta que sigue negando la legalización del aborto, aunque por ello mueran más de 300 mujeres al año. Si el caso de Eli se volvió ejemplo es porque la lucha del movimiento de mujeres y su pueblo, junto a la fortaleza inquebrantable que la llevó a pelear contra tantas injurias y agravios, lograron lo que ni el gobierno ni las leyes pueden hacer: llevar a un empresario abusador –siempre zafan por sus riquezas, poder y complicidad con jueces y funcionarios- a sentarse en el banquillo de los acusados.
Quienes peleamos por una perspectiva revolucionaria para derribar al Estado capitalista y sus reaccionarias instituciones y así abrir paso una sociedad donde la igualdad de derechos sea verdadera igualdad ante la vida, acompañamos a Eli en su decisión de lucha. Firme decisión que no cambiará por esta resolución de la justicia, sino que se consolida y fortalece, nos preparamos hoy, para conquistar un porvenir liberado de todas las ignominias de la explotación y la opresión.
Elizabeth Díaz: “Me siento humillada por las leyes”
“Me parece muy injusto, en la justicia nadie te pregunta cómo estás después de todo. Me siento humillada por las leyes, después de 10 años de violación que tuvo esta basura conmigo. En la sociedad, esta resolución tiene un impacto negativo, porque es un caso que lo toman mucho como referencia cada vez que se habla de abuso; la gente se movilizó e hizo entender a la justicia que cuando alguien no elige una historia, cuando no elige algo, no puede ser juzgado, ni culpable por las consecuencias de eso. Creo que fue producto también de tantas movilizaciones, de tanta gente que se organizó, que luchó. Creo que el último fallo de la corte sobre aborto en casos de violaciones es importantísimo porque no se puede obligar a una mujer a criar un hijo a consecuencia de una situación tan traumática como es un abuso. Si se la obligara creo que sería una forma de seguir violentándola. Me parece que es un paso importante en la lucha por la legalización del aborto, hay que ponerse en el lugar de esa mujer que se hace un aborto, sólo ella, desde su lugar, sabe por qué lo hace…”
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