Jueves 15 de marzo de 2012

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

A llorar a la Iglesia

Como no podía ser de otra manera, para la Iglesia, que cubre con un manto de impunidad a los sacerdotes abusadores de menores, las violaciones son un “caso lamentable y triste” que, sin embargo, no justifica esta decisión del tribunal, según dijo el obispo José María Arancedo, que preside la Conferencia Episcopal.

Como no podía ser de otra manera, para la Iglesia, que cubre con un manto de impunidad a los sacerdotes abusadores de menores, las violaciones son un “caso lamentable y triste” que, sin embargo, no justifica esta decisión del tribunal, según dijo el obispo José María Arancedo, que preside la Conferencia Episcopal.

En el resto de la población, sin embargo, la aprobación ha sido unánime. Con el fallo de la Corte Suprema, ya no hay más excusas para que las organizaciones de la Iglesia y la derecha interpongan recursos judiciales y otros arbitrios para la práctica de los abortos solicitados por una mujer que ha sido víctima de violación, ante un médico, sin que medie otra persona.

¡Fuera la Iglesia de nuestras vidas! Por la separación de la Iglesia y el Estado.




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