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Red Internacional

El próximo Día Internacional de las Mujeres, nuestra historia recobra nuevo impulso. Millones en todo el mundo saldrán a las calles para protagonizar una gran jornada de lucha.

El próximo Día Internacional de las Mujeres, la historia cargada de luchas por nuestros derechos más elementales, recobra nuevo impulso. Más de 100 años después de que la socialista Clara Zetkin propusiera conmemorar este día, millares de mujeres saldrán a las calles, harán huelgas, mitines, actos y movilizaciones en diversos países.

Bajo el impacto de las masivas movilizaciones de mujeres que comenzaron en 2015, como las de Polonia contra las restricciones al derecho al aborto, las de #NiUnaMenos en Argentina o las que acompañaron en todo el mundo a las mujeres norteamericanas en su protesta contra las declaraciones misóginas de Donald Trump; hartas de la violencia machista, de los femicidios, de las muertes por abortos clandestinos, de las redes de trata, de la discriminación en el trabajo, de la doble y hasta triple jornada laboral, centenares de miles de mujeres marcharán en más de 40 países de Europa, Asia y América.

Su lucha, como sucedió muchas veces en la historia, será sin dudas un canal a través del cual se exprese no sólo el reclamo por las demandas propias de las mujeres, sino también el descontento de millones de trabajadores y estudiantes con las políticas de austeridad, ajuste y precarización de la vida que la clase capitalista y sus gobiernos de turno están descargando sobre nuestros hombros, para mantener sus ganancias.

Eso quedó demostrado el pasado 21 de enero, cuando más de 3 millones de personas en Estados Unidos y Europa, acompañaron la Marcha de las Mujeres norteamericanas, en lo que fue, sin dudas, la primera manifestación masiva de gran envergadura contra el gobierno derechista de Donald Trump.

Esas mujeres, que se pusieron de pie en el corazón del imperialismo, demostraron que hay ánimo para resistir contra los gobiernos que nos condenan a ser las más pobres entre los pobres, las más oprimidas entre los oprimidos. Sobre esa fuerza que empieza a emerger en diversos países, un grupo de mujeres que son figuras reconocidas del ámbito académico y el feminismo norteamericano, llaman a construir un nuevo feminismo anticapitalista, que sea para “el 99%” de las mujeres.

será sin dudas un canal a través del cual se exprese no sólo el reclamo por las demandas propias de las mujeres, sino también el descontento de millones de trabajadores y estudiantes con las políticas de austeridad, ajuste y precarización de la vida que la clase capitalista y sus gobiernos de turno están descargando sobre nuestros hombros, para mantener sus ganancias

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A las socialistas revolucionarias, esa convocatoria no nos resulta intrascendente. Creemos que abre las puertas a un debate promisorio e ineludible, sobre cuál es la estrategia y el programa político que debe asumir la lucha de las mujeres contra el capitalismo patriarcal, en el marco de esta nueva situación mundial signada por la crisis capitalista, los gobiernos populistas de derecha y otros fenómenos políticos que pretenden enarbolar banderas de reformas al mismo sistema en que vivimos explotadas y oprimidas. Obliga a pensar cuáles son las alianzas que tendríamos que privilegiar las mujeres en la lucha por nuestra emancipación y de qué manera intentaremos que sean millones de trabajadores y trabajadoras –la inmensa mayoría de la población mundial- quienes tomen en sus manos estas banderas.

Las mujeres de Pan y Rosas, presentes en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, México, Venezuela, España, Francia, Alemania y Estados Unidos intervenimos en ese debate abierto, desde nuestra propia experiencia militante en los movimientos de mujeres de nuestros países y también, con nuestras ideas, programa y estrategia, que concentran la experiencia que heredamos de otras generaciones de revolucionarios y revolucionarias marxistas, como las que un 8 de marzo de 1917 dieron inicio a la Revolución Rusa, la experiencia más avanzada de la historia de la clase obrera, y otras tantas y tantos que nos precedieron en la lucha por derrocar este régimen social putrefacto basado en la explotación y la opresión.

Como parte de este gran desafío, hacia el próximo 8 de marzo estamos desarrollando una intensa actividad, para convertir el #ParoInternacionalDeMujeres en un hecho resonante, al mismo tiempo que impulsamos la organización de las mujeres independiente de los gobiernos y las oposiciones políticas que representan diversos intereses patronales. Peleamos por poner en pie un gran movimiento de lucha, en alianza con la clase trabajadora, hombres y mujeres. Te invitamos a organizarte con nosotras para que se escuche nuestro grito: “No pedimos, ¡exigimos!, nuestro derecho al pan, pero también a las rosas!”.


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