Con la unidad con nuestros compañeros, las mujeres en PepsiCo dimos un paso histórico.

Por Catalina Balaguer delegada Comisión Interna de PepsiCo

Las trabajadoras de PepsiCo queremos compartir con todas/os las/os compañeras/os de la alimentación, este logro histórico. Conseguimos para las trabajadoras el reconocimiento de nuestro trabajo pudiendo pasar a obtener una categoría más por el mismo trabajo. Pasamos de Operarias Calificadas a Medio Oficial. Es por antigüedad: a los 3 años aquella que tenga la categoría de Operaria Calificada pasa a ser automáticamente Medio Oficial.

Por años esta Comisión Interna ha exigido públicamente en plenarios al Sindicato que se abra el convenio para poder discutir categorías y actualizarlo. Pero siempre se han negado, favoreciendo a las patronales.
En asamblea planteamos que ya no podíamos dejar pasar este atropello y, ante la necedad del Sindicato, debíamos plantearnos la unidad para arrancarle a la patronal una categoría para las compañeras empacadoras que jamás podían acceder a otra categoría y que se reconozca el trabajo que realizan.

Este gran triunfo es un paso importante ya que demuestra que la búsqueda de unidad y la decisión de luchar de las compañeras, encabezas por la Interna, es posible cambiar la realidad de los que peor están, en este caso el de las compañeras que dejan la vida en las líneas de producción. Este es un ejemplo de los objetivos de la Bordó en todo el gremio y como nos manejamos, con asambleas, unidad y lucha.

Con esta gran conquista es que este año nos proponemos participar del Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará en Posadas los días 6,7 y 8 de octubre. Sabemos que hay muchas más demandas por nuestros derechos como es la guardería en los establecimientos, el pago de los días por enfermedad de nuestros hijos, el día femenino, parar con los abusos y maltratos. La pelea que dimos dentro de la fábrica la tenemos que llevar a Posadas para que miles de mujeres conozcan esta experiencia. La violencia machista y la discriminación que también sufrimos a diario en la calle y en nuestra vida cotidiana tenemos que enfrentarlas todas juntas. Es necesario poner en pie un gran movimiento de mujeres comenzando en la alimentación, con las compañeras de Kraft, PepsiCo, Kraft planta Victoria ex Stani, Fel – Fort y otras, junto con las demás trabajadoras, amas de casas y de jóvenes estudiantes para luchar juntas por nuestros derechos.

Basta de discriminación, por categorías para todas.
¡Basta de violencia contra las mujeres!
Pongamos en pie Comisiones de Mujeres en todas las fábricas de la alimentación.
¡Por los derechos de las mujeres trabajadoras!

Entrevistamos a trabajadoras de PepsiCo que cuentan como están las mujeres luego de haber conseguido las categorías

¿Cómo consiguieron las categorías y qué piensan de todo lo que hicieron?

Y: La idea de la categoría yo sé que viene hace mucho tiempo, hace 10, 12, 14 años o más. Por lo que yo sé, siempre se venía pateando. El tema es que la empresa quería lavarse las manos, sobre todo con las mujeres que siempre somos la última opción. Hasta que por fin nos pudimos poner de acuerdo, y entre todos unidos, conseguir la dichosa categoría para todas las mujeres. Igual no fue tarea fácil, hubo muchas asambleas y discusiones.

S: Se consiguió a través de los paros, nos reunimos todos en las asambleas y definimos que era lo que queríamos: basta de postergar a las mujeres por otras cosas. En la asamblea se discutió: si se resignó en su momento el aumento de la guardería, el premio de fin de año, era porque queríamos las categorías de una vez por todas. Por todo lo demás se podía seguir luchando más adelante, pero si nosotros lo dejábamos pasar una vez más no sé si íbamos a estar todos unidos de vuelta. Los maquinistas dijeron: “nosotros las apoyamos ahora, porque este es el momento que tienen para dar un paso al frente”. En las líneas las mujeres nos pusimos al frente y empezamos a hablar y a hacer el trabajo finito con cada una de las empacadoras: “chicas paremos, paremos porque, si no me peleo yo por mi categoría, nadie va a venir a regalarme nada.”

Y: hay que animarse. Porque muchos tienen miedo, y te dicen no, porque te juntás con los zurdos, o te juntás con este, el tema es luchar por lo que uno sabe que le corresponde y por las mujeres. Yo soy re feminista, yo creo que las mujeres podemos lograr muchas cosas. Todo lo contrario, nos discriminan por ser mujeres, pero nosotras bien sabemos que podemos conseguir muchas cosas, y sobre todo si nos unimos. Queremos estar mejor y que se nos reconozca nuestro trabajo. Nosotras hacíamos de todo, hacíamos 5 cosas a la vez, mucho más que de lo que nos pagan por convenio. Los hombres ganan el doble que nosotras. Eso es discriminación. Pero logramos la unidad y ganamos.

S: ¡Si! una empresa dividida es fácil de gobernar, y entre los maquinistas y las empacadoras, siempre hubo como esta rivalidad de que ellos cobraban más y trabajaban menos, entonces por ahí venía la mano. Cuando nosotros contamos con el apoyo de nuestros compañeros, tuvo más peso. Porque si el maquinista no larga la máquina, no hay manera de que yo la empaque. Si ellos me largan las máquinas, hay mujeres que por ahí se iban a poner a empacar, y como ellos nos apoyaron nos dieron un empuje para que nosotras arranquemos y ahí nos plantamos que queríamos la categoría. Había que parar y contamos con el apoyo de la Bordo. En un momento no sé si fue un apoyo o qué fue lo que vino a hacer el Sindicato en nuestras asambleas hasta que se dieron cuenta que el arreglo que querían hacer con nosotras, lo que nos querían dar era un premio, un plus de $150, no lo queríamos. Era un acuerdo que ellos habían arreglado con la empresa, decían que nos iba a dar aparte de lo que nosotras trabajábamos, como premio por lo que nosotras hacíamos. Nosotras dijimos obviamente que no, que todas las cosas que nosotras hacíamos estaba como para una categoría más. Ahí el sindicato nos dejó de apoyar.

Y: Yo les digo a algunas compañeras de las que están hace mucho tiempo que la época de la esclavitud ya se terminó hace rato..! Ahora estamos en el 2012, que es otro siglo que ya no tiene nada que ver como eran antes las cosas!

L: Pero eso porque es PepsiCo, porque en otras fábricas sigue igual, los delegados nos defienden y se plantan para que nosotros decidamos. Yo las asambleas las conocí acá, en otras fábricas jamás participe de ninguna decisión. Las fábricas donde está la Verde del Sindicato, jamás se consulta a nadie. En esta lucha la empresa nos obligó a decidir sobre algo que ellos tenían que solucionar, efectivizar a todos los compañeros contratados, pero nos quisieron chantajear. Eso da bronca ya que la lucha por las categorías viene desde hace varios años.
Ahora la Interna esta organizando el viaje al Encuentro Nacional de Mujeres, tendríamos que ser muchas para hacer conocida nuestra lucha.

Para la fábrica somos material descartable CABA

Dialogamos con Sandra y Vero, dos trabajadoras despedidas de la fábrica Soriano, de Villa Soldati. Ambas sufren lesiones por las condiciones y los ritmos de producción y, cuando reclamaron por su situación, fueron despedidas.

Vero: En la fábrica se producen bizcochos, baybiscuits. Mi trabajo era en la cortadora, con una pala muy pesada, las jornadas podían ser de nueve horas corridas y por esas condiciones sufrí un esguince. Le avise a mi supervisora, se burló y no me dejó parar. Fui a una guardia pública porque estaba en negro, ahí confirmaron mi lesión. Cuando volví me aislaron y como castigo tuve que realizar la tarea que hacen habitualmente tres personas. A raíz del accidente, me tuvieron que blanquear. La ART constató que estaba incapacitada para trabajar, entonces me despidieron. Hice la denuncia al Sindicato de la Alimentación y me dieron la espalda, porque ya estaba despedida, me dijeron que tendría que haberme afiliado antes pero no te dejan hacerlo por estar en negro.

Sandra: El maltrato era constante. Nos permitían ir una sola vez al baño y teníamos cinco minutos para tomar un mate cocido y si faltaba una compañera te quitaban ese "privilegio". Además no hay personal de limpieza, limpiábamos nosotras, incluso las máquinas. Así me corté, cuando fui a avisar me trataron de inútil. Nos lastimábamos por el poco tiempo que nos daban y la falta de protección y ropa adecuada de trabajo. No teníamos ni fajas ni barbijos, a pesar de manipular alimentos. En el sector de envase, llega un momento en el que te lastimás las manos. Además, si estás embarazada y sos nueva te echan, si tenés antigüedad te hacen trabajar con la panza hasta de ocho meses 14 horas seguidas, levantando cajas de 10 kilos. Durante mi año en la fábrica me lesioné los hombros, tuve tendinitis en las muñecas y me lastimé la mano. Fui al médico, pero me pidieron que volviera a la tarde a trabajar. La supervisora me dio diclofenac vencido, me humillaba, me aislaban, intentaban dividirnos todo el tiempo. Cuando pedí que me enviaran a la ART es que me amenazaron diciendo que lo iba a lamentar y me despidieron. “Que destruyan mi cuerpo así no lo podía permitir; soy madre y no quiero que mi hija, cuando sea grande, me mire y sienta lástima porque agaché la cabeza, quiero que sienta orgullo porque salí a luchar”
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En Kraft seguimos peleando

Por Lorena Gentile y Stella Cabral delegadas de la comisión interna de Kraft

En Kraft, después de las paritarias, los y las trabajadoras decidimos en asamblea pelear por mejoras dentro de la fábrica, reclamando aumento en el plus de guardería, que el plus de Depósito lo cobremos todos y todas las trabajadoras de la planta y categoría para las mujeres por mérito y antigüedad, ya que para nosotros es un gran mérito el de nuestras compañeras el hacer todos los días el trabajo que realizan siendo el más reiterativo y por el cual muchas de ellas sufren diversas enfermedades, estando seguros de que ninguno de los jefes y gerentes de Kraft podrían soportarlo
En asamblea decidimos hacer trabajo a reglamento y quite de colaboración, no recuperando paquetes en mal estado ni masas sobrantes y no haciendo horas extras. Durante casi tres meses, cumplimos con esta medida, que nos sirvió para ver como la empresa con tareas que no nos corresponde, saca una producción sin pagarnos un peso por la tarea “extra”. Sufrieron pérdidas semanales por unos $600.000, y la empresa empezó a responder con aprietes, amenazas y a aplicar descuentos ilegales descontando premios que son por asistencia y puntualidad a compañeros que siempre cumplieron sin faltar ni llegar tarde.
Respondimos con un corte de la Panamericana y luego en la 9 de Julio y denunciamos el ataque de Kraft, con el apoyo de trabajadores de Stani, PepsiCo, Donnelley y la Juventud del PTS. En la audiencia, Kraft retrocedió y tuvo que devolver los premios, y establecer una mesa de negociación en 30 días donde discutir lo que reclamamos. Nuestros abogados consiguieron fallos con medida cautelar que obligaron a Kraft a devolver descuentos por paros a compañeros congresales y activistas y prohibirle que les vuelvan a hacer descuentos.
Daer y la verde se borraron como siempre y aparecieron en el medio de las medidas firmando un acuerdo a espaldas de todos los trabajadores con un aumento miserable de los premios y el plus por guardería, y ni siquiera reclamaron contra los descuentos ilegales.
Kraft después de devolver los premios, se negó hasta ahora a cumplir con el compromiso de sentarse a negociar los reclamos que venimos haciendo y avanzó iniciando un nuevo juicio de desafuero a Javier Poke Hermosilla y pidió una medida cautelar para que la justicia lo saque rápidamente de la Planta y también inicio desafueros a Diego Noi, Rubén Lucero y Roberto Boneto, Congresales electos de La Bordó.
Ante este nuevo ataque, nos estamos organizando con reuniones de activistas y congresales dentro y fuera de la fábrica pusimos en pie una gran campaña contra la persecución y las causas penales y juicios de desafueros a Javier "Poke" Hermosilla y los congresales de la Bordó, por nuestros reclamos y contra la discriminación a las mujeres trabajadoras en Kraft y porque se les reconozcan sus categorías. Empezamos a pegar afiches en los alrededores de la fábrica, el Ministerio de Trabajo y los Tribunales denunciando a esta poderosa trasnacional estadounidense, que mientras nos ataca se niega a cumplir dos sentencias judiciales, que también han logrado nuestros abogados, que le ordenan a Kraft que reinstale a dos compañeros despedidos en el conflicto del 2009.
Los obreros de Kraft, todos los sectores de trabajadores combativos, en alianza con los estudiantes y organizaciones de Derechos Humanos solidarias, estamos dispuestos a defender con todas las fuerzas cada una de las conquistas que logramos a lo largo de estos años frente a estas poderosas transnacionales.