Viernes 10 de junio de 2011

REDES DE TRATA - ELECCIONES 2011

Clarín miente… y el gobierno también

Docente de Escuela media y de la Facultad de Psicología - UBA y candidata comunal por Pan y Rosas y la Corriente Nacional 9 de Abril en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

El sábado 4 de junio, Sergio Dima publicó “Una noche amenazante junto a las estudiantes de Psicología”, nota en que atribuye a quienes denunciamos el intento de secuestro a estudiantes de la facultad, por parte de redes de trata, habernos lanzado “a la aventura de atravesar el barrio de Balvanera (…) acompañadas por Clarín”.

A raíz de la movilización de cientos de estudiantes y docentes, que el 31/5 culminó en el escrache a la Comisaría de la zona, la nota da curso a la campaña reaccionaria de quienes piden “más seguridad” y policías en las calles, ocultando que una de las principales denuncias que instalamos desde Pan y Rosas y la Juventud del PTS en Psicología y el IUNA fue, precisamente, que “no es un policía, sino toda la institución” la que está detrás de cada caso de mujeres desaparecidas por estas mafiosas redes.

Omitiendo nuestro reclamo de disolución de las fuerzas que garantizan este flagelo en todo el país, mientras silencian la desaparición abrumadora de jóvenes trabajadoras y pobres a manos de estas redes, el artículo sostiene que “el peligro” para las estudiantes está en las calles cercanas a la facultad, donde “hay vendedores y consumidores de droga a la vista de todos (…), bolsas de basura por doquier y gente que duerme en las calles”, para terminar concluyendo que “las luces rojas de un hotel alojamiento” son el “escenario perfecto” para “prostitutas esperando clientes” y “travestis casi desnudos” que “´cogotean´ la calle”.

No conformes con tanta xenofobia, discriminación, criminalización y machismo, entre los testimonios que destacan me adjudican los siguientes: “Nosotras tenemos que ir de una sede a la otra todo el tiempo. Y el problema no está necesariamente en la falta de Policía”, falseando la denuncia que desde la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas y la Corriente Nacional 9 de Abril/Lista Marrón venimos realizando hace ya tiempo.

Aunque no tuvimos respuesta a nuestro pedido de derecho a réplica, queremos reafirmar que detrás de este fogoneo al discurso de “orden” y “más seguridad” –del que pronto se hizo eco la decana alfonsinista de Psicología, Nélida Cervone-, se esconde la situación que viven miles de mujeres, de la cual el diario Clarín es en realidad un N oble interme D iario.

Nunca menos que un negocio millonario

Como respuesta al estado público que cobró la denuncia de las y los estudiantes, Aníbal Fernández dijo que el gobierno buscará la penalización del “cliente o consumidor” de mujeres (Página 12, 03/06/11). Sin embargo, admitió también poco antes que el Grupo Clarín percibe – ¡claro que sin Ley de trata o de medios que lo contemple!- “un millón de pesos por mes en el rubro 59” (Página 12, 08/04/11). Pero lo que omitió decir el Jefe de Gabinete K es que detrás de esos más de 300 avisos diarios de “servicios sexuales” promoviendo a “jóvenes ardientes y sumisas”, a “paraguayitas tímidas y completas” y otros aberrantes ofrecimientos de mujeres como si se tratara de cosas -a las hay que sumar innumerables pedidos de “jóvenes con buena presencia” para trabajar en empresas inexistentes-, se esconde un negocio millonario que no comienza ni termina con la penalización del “cliente”.

Es que, como señala la periodista mexicana Lydia Cacho en “Las esclavas del poder”, la Argentina se encuentra entre los ocho destinos principales marcados por la conexión y la protección política de estas mafias internacionales. Como señala, “unos crean el mercado de la esclavitud, otros lo protegen, lo promueven, lo alimentan y otros más renuevan la demanda de materia prima”, potenciando como nunca antes en la historia lo que muchos han dado en llamar “la industria del sexo”.

Tan grave es la situación que, en Argentina, se estima que al menos entre 700 y 800 mujeres y niñas, la mayoría de ellas provenientes de familias trabajadoras y pobres, han sido secuestradas para beneficio de uno de los negocios ilegales más grandes del mundo (1). La llave para este creciente negocio, como sucedió en muchos otros países, está en la sanción de la reaccionaria Ley de Trata que, junto a toda la oposición patronal, impulsó en 2008 el gobierno de Cristina Fernández.

Como venimos denunciando desde entonces, aunque dice combatirlos, la Ley no hace más que proteger y convertir en “empresarios” a proxenetas y tratantes. Por eso, más que Ley de trata ¡debería llamarse Ley que maltrata!, porque al mismo tiempo que revictimiza a las mujeres, despenaliza toda sospecha que pueda recaer en quienes sostienen este macabro negociado.

Mientras cada una de esas mujeres y niñas representa una ganancia sin costos de entre 10 y 20 mil pesos mensuales, la ley de los K y la oposición patronal define a la trata de personas como un delito federal sólo si la víctima mayor de 18 años denuncia y comprueba haber sido amenazada, coaccionada, raptada o extorsionada ¡sin su consentimiento! ¿Pero quién puede denunciar que está siendo obligada por otros bajo semejantes condiciones de esclavitud, violencia y amenaza?

Sólo la complicidad y la participación activa de las fuerzas represivas, los jueces, los funcionarios y los políticos patronales de todo orden pueden explicar la larga cadena de impunidad que recae sobre este flagelo con cara de mujer.

Al servicio de la “comunidad”… ¡de tratantes, regentes y proxenetas!

Un lugar que lo demuestra con claridad, es justamente la Ciudad de Buenos Aires, donde el gobierno kirchnerista y el del PRO –más allá de los enfrentamientos mediáticos- coinciden siempre en lo fundamental. Así lo reflejan, por ejemplo, organizaciones como La Alameda, que han registrado los operativos conjuntos de la Federal y la Metropolitana en los barrios de Liniers, Once o Barracas. Como denuncian, sin presencia judicial ¡y siempre ante los propios proxenetas!, las víctimas son indagadas por los agentes de ambas fuerzas sobre la existencia o no del mentado consentimiento. De más está decir que la Federal de Cristina y la Metropolitana de Macri no han hecho más que coincidir, después de cada “declaración” prestada bajo condiciones de amenazas y hostigamientos, que no hay trata de mujeres ¡porque son ellas mismas las que lo niegan! (Perfil, 27/03/10)

La connivencia y la cooperación societaria de gendarmes, policías y demás uniformados, siempre al servicio de la “comunidad” de tratantes, regentes y proxenetas, es el eslabón necesario para que el negocio funcione: son ellos los que permiten la entrada y la salida de mujeres de una localidad o de un país a otro sin documentación alguna; son ellos los que saben dónde funcionan los prostíbulos, las whiskerías, los boliches y departamentos privados en que son esclavizadas, vendidas y alquiladas las mujeres y niñas que nosotras buscamos… ¡son ellos los que garantizan la “seguridad” del “negocio”! Y es precisamente ésto lo que reflejan las mal llamadas “zonas liberadas” con las que cubren de impunidad a los captores las fuerzas represivas, como sucedió justamente ante el intento de secuestro de las jóvenes estudiantes de Psicología y el IUNA.

Pero, a su vez, estas fuerzas reaccionarias cuentan con la complicidad de intendentes, jueces, gobernantes y funcionarios que también se benefician de este negocio a cambio de participación o de silencio. ¿Cómo se explica sino que el gobierno de Macri haya tenido entre sus principales agentes de la Metropolitana a personajes como Miguel ángel Fausto Colombo, procesado desde 1999 por proteger prostíbulos desde la comisaría 15ª de la Federal, en la que –igual que el 70 % de la Policía PRO- solía prestar funciones? (Página 12, 14/05/10)

Detrás de las “alianzas de género”

Está claro que para el gobierno de Cristina, lo mismo que para el de Macri, la preocupación no está en desmantelar las redes que oprimen y esclavizan a cientos de mujeres y niñas. Sin embargo, ahora que estamos en elecciones, se pelean por ver cuál de los dos finge mejor su preocupación por nuestros postergados derechos.

Así, de la mano de Daniel Filmus -el creador de las “escuelas shoppings”- y de Carlos Tomada –el Ministro de Trabajo amigo del burócrata y asesino de Pedraza-, María Rachid, dirigente de Federación LGBT y ahora ex Vicepresidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), se postula para los próximos comicios como una de las figuras “de género” del Frente Para la Victoria en la Ciudad. Posa de representante de nuestros derechos, afirma que con el gobierno K “tenemos a una mujer (Nilda Garré) que puede responsabilizarse de cualquier tema” (2), dice que se acercó “a la política para luchar contra la discriminación y la desigualdad” (3) y nada hizo ¡ni dijo! desde ese Instituto ante la denuncia de las estudiantes a la impunidad de estas redes y de sus cómplices y participes activos, como las fuerzas represivas y de “seguridad”… ¡que dirige la mismísima Ministra Garré! No nos extraña, porque de la misma forma actuó, mientras ocupaba ese cargo, ante el reclamo de los hermanos Qom en Formosa: en lugar de defender sus legítimos derechos, avaló la represión a manos de la Policía del gobernador K Insfrán y !hasta destituyó a Félix Díaz, referente de esta lucha, de su cargo como delegado del Instituto en esa provincia!

Por supuesto, el derechista de Macri no se queda atrás. El también designó candidata a Vicejefa de gobierno a una mujer, la Ministra de Desarrollo Social María Eugenia Vidal –la misma que negoció con el gobierno de Cristina la represión y el asesinato de pobladores del Indoamericano e impulsó los desalojos de cientos de personas en situación de calle en la Ciudad-. Ahora la conservadora ministra se dedica a publicar libros sobre las mujeres y a repartir calcomanías contra la esclavitud sexual junto al misógino Rabino Bergman y el mismísimo Mauricio. Una verdadera afrenta para quienes luchamos por terminar con las redes de trata, porque ha sido bajo su gobierno que la Ciudad se convirtió en uno de los principales destinos del “turismo sexual infantil”, mientras no parar de proliferar figuras como Juliana Awada –la “primera dama” PRO-, acusadas de llenar sus cajas fuertes con la fortuna que aportan a la industria indumentaria los talleres clandestinos y la trata de personas para la esclavitud laboral. Por lo demás, ¡una real Tomada de pelo por parte del gobierno nacional, cuyo Ministro de Trabajo tampoco ha dicho ni hecho nada al respecto!

Una gran campaña junto al Frente de Izquierda para terminar con las redes de trata y toda forma de violencia hacia la mujer

Quienes luchamos por terminar con toda forma de violencia hacia las mujeres, no podemos depositar nuestra confianza en aquellos/as que garantizan nuestra situación de opresión. La mayor presencia en las calles de una institución criminal e irreformable como la policía, plagada de agentes genocidas e impunes que ejercieron funciones durante la última dictadura militar, dedicada a la protección de los ricos y poderosos y a la represión y hasta desaparición –como la de Jorge Julio López- de quienes luchamos por nuestros postergados derechos, que está implicada en cada caso de trata de mujeres, de jóvenes asesinados por el gatillo fácil, del negocio del juego clandestino, el narcotráfico o el crimen organizado, no es la salida. ¡No hay acertijo a descifrar: los responsables y los cómplices de las mafias de tratantes, regentes y proxenetas actúan y están a la vista de todos/as!

Por eso, ante la política de “más seguridad” –para su propio “orden” y ganancias- que promueven los sectores más reaccionarios y acomodados de la sociedad, y que pactaron recientemente la Ministra de Seguridad del gobierno K, el gobierno de la Ciudad y la decana de la UCR Nélida Cervone para los alrededores de la Facultad de Psicología, nosotras denunciamos que la hipocresía de la clase dominante no tiene límites, nos organizamos con nuestras compañeras de estudio y de trabajo en Comisiones de Mujeres independientes del gobierno, la Iglesia, las instituciones del estado y los partidos de la oposición patronal y clerical y nos ponemos de pie junto a nuestros compañeros varones para pelear porque nuestras federaciones y centros de estudiantes, así como nuestros sindicatos, comisiones internas, cuerpos de delegados, levanten como propia esta bandera de lucha, como lo venimos haciendo desde la Juventud del PTS o con el impulso del periódico militante del “sindicalismo de base” Nuestra Lucha (4).

Pero además, junto a reconocidas compañeras como la abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), Myriam Bregman -integrante del colectivo Justicia YA! y querellante en la causa contra los genocidas de la ESMA, Etchecolatz y el cura Christian Von Wernich- y Andrea D´Atri, fundadora de la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas y destacada luchadora por los derechos de las mujeres, impulsamos con el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, del que las compañeras son candidatas a Jefa de Gobierno por la Ciudad de Buenos Aires y a Diputada Nacional, respectivamente.

Lo hacemos con la absoluta convicción de que sólo con nuestra organización y confiando nada más que en nuestras propias fuerzas, podremos acabar con la barbarie siniestra de las redes de trata y prostitución y todas las formas de violencia que impone este sistema capitalista y patriarcal sobre millones de mujeres.

Para terminar de raíz con las causas que la alimentan, para que seamos miles las que nos pongamos de pie para arrancar nuestras demandas, la estrategia de “presión parlamentaria” -que ha llevado a decenas de organizaciones y referentes del movimiento de mujeres y GLTTB a pasar de las calles a los pasillos estériles del Congreso-, se demuestra equivocada.

Hay que poner en pie una herramienta política propia, como la que aportamos a construir desde Pan y Rosas y el PTS en todos estos años. El impulso del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que realizamos junto al Partido Obrero e Izquierda Socialista, con el apoyo de cientos de intelectuales y organizaciones (5), y con candidatas como éstas y otras reconocidas estudiantes, trabajadoras y personalidades que no han cedido a los cantos de sirena del gobierno nacional y la centroizquierda (como la colectora K de Sabatella o la de las patronales sojeras que representan Binner, Margarita Stolbizer y el ahora primer defensor de la Metropolitana de Macri, Pino Solanas), es la fuerza que tenemos que desarrollar con una gran campaña militante, por todos nuestros derechos.

Para que se vete la ley de trata y conquistar la disolución de estas redes mafiosas. Para terminar con la impunidad y desmantelar el aparato represivo del estado, exigiendo que se vaya la policía de nuestras calles, escuelas y facultades. Para terminar con los estereotipos y la estigmatización de las mujeres que difunden los grandes medios de comunicación. Para que ninguna mujer se vea obligada a vender su cuerpo, como si fuera una mercancía, para poder sobrevivir. Para conquistar el salario igual a la canasta familiar y el derecho a la salud, la educación y la vivienda. Para que no haya ni una muerta más por aborto clandestino. Para separar definitivamente a la Iglesia del estado: invitamos a todas las estudiantes, trabajadoras, amas de casa, profesionales, intelectuales y a todas las organizaciones de mujeres que quieren terminar con esta situación a dar con nosotras esta importante pelea, impulsando comités de apoyo al Frente de Izquierda en cada lugar de estudio y de trabajo, con pronuniamientos, charlas, acciones callejeras, proyecciones, pintadas y toda otra iniciativa que fortalezca la voz de quienes luchamos por terminar definitivamente con toda forma de opresión y explotación. ¡Ahora es cuando. Manos a la obra!